jueves, 20 de julio de 2006

Mano Brava Extremo//
DOMINGO EXTREMO

Los primeros acordes se hacían esperar, adentrándose ya las primeras horas de la noche y el frío lo hacía recordar a cada instante que pasaba. De a poco la gente fue llegando y sin que nadie lo notara ya todos estaban dentro.

El escenario yacía imponente sobre un costado y junto con la música y las luces, creaban el ambiente perfecto. Las remeras negras desbordaban todo el lugar y el murmullo de los presentes ensordecía. Casi sin que nadie lo notara, la primera banda, Flux Sabático, estaba en el escenario. No tardaron mucho en sonar las primeras notas, que rompiendo el frío de la noche, pronosticaban el nivel de la velada.

La banda se hizo escuchar y en una ya común respuesta del público, fueron pocos los que se animaron a seguir los ritmos con sus cabezas. Pasaron los primeros temas y tanto la gente como la banda comenzaron a relajarse, la tensa calma parecía desbordarse pero nadie se hacía cargo. Luego de varios temas de pura energía, la banda se despedía habiendo mostrado lo mejor de sí en cada uno de sus temas y dando lugar al segundo combo, Vortium.

Tuvieron que pasar varios minutos para que los ex – Exerion comenzaran a tocar. Ahora sí, la gente se agolpaba frente al escenario, ya un poco más animados y llenos de expectativa ante la escena de la banda. Con un sonido Black metal que se acentuaba en las bases y riffs del guitarrista y en la crudeza de la voz de su cantante, Vortium comenzaba su show. El pogo no se hizo esperar y cada vez más gente se animaba a sumarse. La banda siguió con su lista y el público parecía agradecer cada tema con sus aplausos y devover toda la energía que la banda daba con un pogo que nunca cesaba.

Luego vendría sí, el turno de los UMEA, los mendozinos que, en su segunda visita a San Juan, dejaron bien en claro que no son una promesa para el heavy nacional, son más que un presente. Con un excelente sonido, toda la potencia de esta banda se veía multiplicada en el escenario. Dos guitarras afiladas que dejaban escapar sus sonidos más estridentes eran acompañadas por la fuerza del bajo desde los graves, una voz potente que cada tanto alentaba a los presentes y una excelente base desde los parches, que en más de un momento de la noche fueron protagonistas del show, cerraban una excelente noche.

Con una organización más que impecable y digna de resaltar, todo el espectáculo salió como se esperaba y como lo esperaba el público, extremo.

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